A menudo solemos escuchar “familia que reza unida, permanece unida”, ¿se imaginan qué gracia recibirán aquellos que se unen para adorar al Señor? indudablemente, serán muchas. Con ese espíritu anhelante de bendiciones para nuestra comunidad educativa, el Equipo de Pastoral organizó, después de dos años de virtualidad, la Ceremonia de Corpus Christi.

En esta ocasión, la ceremonia tuvo lugar en el campo deportivo, asi todos los alumnos desde pre Kinder hasta VI GIB pudieron participar de diversas maneras: desde adornando con flores o banderines el recorrido del palio procesional hasta homenajeando a Jesús con un saludo marcial como el que hicieron los alumnos de las escoltas y los que portaron las banderas papales. Se apreció su compromiso y gallardía. 

El profesorado, padres de familia, personal administrativo y de mantenimiento también se vieron representados en ese homenaje al Santísimo Sacramento, ya sea guiando las oraciones o entregando las ofrendas florales con las que se adornó el estrado preparado para esta ocasión.

Cierto es, que de nada serviría adornar tu altar Señor si nuestro corazón no acompaña este trabajo y sabemos que los corazones de tus hijos, en medio de todas sus circunstancias, se detuvieron a acompañarte con sus rezos y cantos y a reconocerte como “pan vivo, bajado del cielo”. Es por ellos que te pedimos Señor, que hoy y siempre, habites estos corazones como en esa mañana que pese a estar fría y algo gris, supo rendir su ser a reconocerte presente en ese trozo de pan, que, aunque pequeño y simple contiene la clave para colmar la sed de paz y amor que tiene el hombre. 

Por Schw. Gemma Torres, OP. Docente de Religión